Estas ahí niño goloso,
piel de leche
con cielo en los pies
cuenta las gotas de la lluvia
(no cuenta más de diez)
rostro de neblina
ruge como león
y ríe ocurrente que el sol
sólo llega a su ventana.
Estás ahí
volviendo siempre
corrido por la magia
yo con mis brazos apoyados en el cuaderno
me quedo viéndote
no algunas veces
siempre (los relojes no olvidan).
Alf red
(un amigo perdido en medio de la belleza centroamericana)